30 septiembre 2008

Sentirse en casa

Cuando uno viaja, la posada que te ofrecen los amigos o tus familiares, es decir, las personas que te quieren y estiman, se convierte en tu hogar temporal. Le digo “hogar” porque el amor de los que te rodean lo hacen cálido y acogedor. No importa si es grande, pequeño, de lujo, humilde, oscuro, ventilado, caluroso, frío. Solo importa llegar a esa cama “nueva”, cubrirte con esas sábanas “nuevas”, reclinarte, echarte, cerrar los ojos, y dormir sin preocupaciones...como si estuvieras en casa.
Hospedaje en Huacho

Mañana estaré en la hermosa Buenos Aires, la tierra prometida de los conciertos de rock en esta parte del continente. Dejaré mi Lima por un mes, en busca de nuevas aventuras en tierras sureñas. Viajar, fugar, desaparecer…VIVIR.
Alameda que nos lleva a Ingenio (Huaura-Huacho). Hace siete años la recorría con frecuencia.

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