17 noviembre 2008

Cerca, Rosario siempre estuvo cerca

Ahorita estoy sentado en el pasto, bajo la protección de un joven árbol, observando el río Paraná. Esta brisa me refresca mucho, es una recompensa por los días calurosos que he padecido en esta bella Rosario. Rosario, la tierra del che Guevara, de Fito Páez, del negro Olmedo y de Evita Perón. También, es una de las ciudades más culturales de la Argentina y la que alberga a sus mujeres más bellas.

No he querido entrar a una playa privada. Me parece extraño pagar por entrar a una playa. Yo vengo de una ciudad con puerto, a tres horas de Lima, hay playas limpias, acogedoras, tranquilas, gratuitas e ideales para acampar, son playas de mar. En cambio esta es una playa de río y artificial; no vale la pena pagar ni siquiera un peso por ella. Mejor estoy por los alrededores, contemplando al oscuro Paraná.

2 comentarios:

NTQVCA dijo...

Que raro que cobren por estar en esa playa que no se ve nada bien.
Ey ¿porque viajas tanto?

Abraham Flores dijo...

esa playa no valía la pena. Yo viajo para extrañar Lima y para volver a comenzar :)
saluditos nena